Tu voz/es el tedio de los lunes
tu boca sabe, a despedida
y tus zapatos, crueles arrebatadores
de veredas a egolatras peatones
tus manos recuerdan
a las de un Icaro
derretido/vulnerable
enfrenado a un astro rey
Agrios/mis conceptos
cabalgan junto a lo ilustre
de tus mentiras
y las pausas de tus sonrisas
son puntos supensivos/altos
para los parrafos de mi vida
Una vez creí
que nada iba a pasarmeUna vez pensé
que nadie iba a matarme.
El tiempo pasó
entre rayuelas y cometas
entre un amor y bicicletas
y aunque estuviera
sólo sabía jugar
aunque quisiera llorar.
Yo te quería amar
y no sabía tu nombre
Te quería encontrar
pero no sabía dónde
yo te fui a buscar
quería que todo fuera eterno
se fue el amor
llegó el invierno
y anduve tiritando en
cualquier lugar
y sólo pude llorar.
Alcanzar lo interminable
rebotando en la pared
dando vueltas en el aire
mientras el payaso hace la red.
Nadie pudo ver
que el tiempo era una herida
lástima nacer
y no salir con vida
yo quiero llorar.
Reloj de plastilina
no existes más
ya no te puedo esperar
mientras el payaso hace la red.
Salgo a caminar
y sigo imaginando
fui lo que creí
soy lo que está pasando
No quiero llorar.
No quiero estar
envuelto en penas
siempre arrastrando
estas cadenas
si el tiempo no es amigo
no importa más
yo sólo quiero jugar.
Jugar, jugar
solo quiero ver jugar
yo solo quiero jugar
solo quiero jugar.
(...)"Las caricias salvan a las manos de su destino de herramienta. Los besos logran que la boca no sea sólo un hueco. Juntos, besos y caricias le quitan vulgaridad a lo cotidiano. Las caricias son la oración del cuerpo. Los besos, la acción más inútil y trascendente del mamífero humano. Sin ellos la cópula sería un mecanismo oscuro, desprovisto de gracia. Una animalada"
No viò las hormigas
al parir, no!
y ni siquiera pisò
el suelo que yacia
bajo sus pies
Las hojas, secas
se petrificaban
sobre el agotado/verde
mientras afuera
el impaciente rio
aplacaba la sonoridad/grave
de gente sin forma
Un muchacho austero
yacia dibujando flores de carton
-Es para tus muertos -dijo
y el eco de la sonrisa/
tiño la tarde de azul