Cuando estoy así.
Sin vos
Sin la oscura calidez de tus piernas.
Sin el enchastre de tus versos.
Y sin lo insoportable de tu boca, todo me resulta como gritar, amor.
Desaforada. Desalmada. Desdichada.

Tu piel, es como si me levantara desnuda y pálida todo el tiempo.
Como un invierno crudo, queriendo verte llorar, desvelándome sobre un sol de noche.
Como manadas de lobos acéfalos, corriendo a los fantasmas del recuerdo tras de mi, mientras el monótono ruido de los colores del ocaso subrayan letanía, allá a lo lejos.

Ojala fueras tan simple, así como darte un cigarrillo. O como verte fumar, teniendo el control de un cuerpo perfecto, notándolo aún.

No quiero estar alrededor cuando todo esto ocurra. No quiero creerlo.
No quiero tenerlo aquí conmigo.

No voy a ser yo.
O incluso no lo haré yo.