(...)"Las caricias salvan a las manos de su destino de herramienta. Los besos logran que la boca no sea sólo un hueco. Juntos, besos y caricias le quitan vulgaridad a lo cotidiano. Las caricias son la oración del cuerpo. Los besos, la acción más inútil y trascendente del mamífero humano. Sin ellos la cópula sería un mecanismo oscuro, desprovisto de gracia. Una animalada"